Obstáculos

¿Quién eres y quién quieres ser?

Estas dos preguntas tan simples pueden crear obstáculos para que seas quien realmente eres.

¿Obstáculos?

Sí. Este mundo, esta dimensión está mayormente gobernada por “obstáculos” y son muy pocos los que logran atravesarlos y conectarse con su lado primitivo, es decir, con lo que realmente son.

Ser “persona” obstaculiza ser “ser humano”, valga la redundancia.

La palabra persona viene del latín y significa “máscara”.

La palabra “ser” y “humano” significa que somos energía (alma, conciencia) y materia (cuerpo).

Somos seres y humanos al mismo tiempo.

El problema es que olvidamos que somos seres y nos adentramos únicamente en ser “personas humanas”.

Nos disfrazamos de diferentes apariencias y personalidades.

¿Quién soy? ¿Qué debería ser? ¿A qué me quiero dedicar? ¿Cómo puedo sentir que merezco vivir? ¿Qué sentido debo darle a mi vida? ¿Cuál es mi propósito?

Buscamos validar nuestra existencia mediante el “hacer”. No nos damos cuenta de que todas esas preguntas abren la puerta hacia los obstáculos. 

Esas preguntas solo demuestran que estamos más conectados con el EGO que con la conciencia.

Estar conectado con el EGO significa ver la vida a través de continuos obstáculo, como el miedo, el dolor y el sufrimiento, que desencadenan en envidia, venganza, apatía, deseo, culpa y vergüenza.

Todo eso te impide acceder a lo que realmente eres.

No estás aquí para buscar un propósito, estás aquí para evolucionar.

Amandote a tí, amarás a cada ser de este mundo, y en consecuencia, descubrirás lo que quieres aportar al mundo.

Puedes ser un hombre o mujer de negocios, un jardinero, un futbolista, un escritor, un actor, un bailarín… ¡Puedes hacer lo que quieras y lo que te haga feliz!

Solo debes recordar que ante todo eres conciencia en continua evolución.

Qué vivir no se trata de nada más que no sea amar tu propia existencia sin tener que añadir NADA MÁS.

¡Un abrazo!